miércoles, 20 de agosto de 2008

La mano del fuegoUn Kama Sutra involuntario
Editorial Alfaguara, México, noviembre 2007265 páginas.
¿Cuántas caras tiene un hombre hablando del deseo? ¿Cuántas manos? ¿Es posible hablar del fuego desde el fuego? El erotismo es una ilusión. Existe como fantasma pero su mito está escrito en el cuerpo. En la piel llevamos ese destino ardiente y brota de pronto como un ser sonámbulo. Su aventura es querer tocar el fuego, soñar despierto, asombrarse, tratar de comprender, equivocarse, acariciar y ser acariciado, convertirse en el fuego que está tocando. Vivir una breve y equívoca épica del tacto. El editor de la revista erótica El jardín perfumado (especie de Playboy con menos rubias y más costumbres amorosas de otros pueblos) odia eso que se clasifica como literatura erótica y detesta ser considerado autor de ese género. Trata de escribir sobre los Kama Sutras árabes. Pero la vida viene a interrumpirlo, a trastornarlo y demostrarle cada vez que está equivocado. Un alfarero obsesivo piensa su oficio como una forma de Kama Sutra. Las consecuencias nos hacen entrar con él al horno de la vida. Y de la muerte. Un libro de anti-aventuras amorosas en forma de mano, de amuleto, de búsqueda disparatada del erotismo. Afirmación de la sensualidad y la duda.
Alberto Ruy Sánchez Se ha dedicado veinte años a escuchar historias de mujeres y hombres deseantes y a hacer con ellas la composición de un conjunto de libros que son exploración, invocación, poesía y finalmente reflexión sobre el deseo y sus equívocos.Un eje: Nueve veces el asombro; y cuatro puntos cardinales como los cuatro elementos de un microcosmos en explosión: Los nombres del aire; En los labios del agua; Los jardines secretos de Mogador: voces de tierra y ahora La mano del fuego, componen esa búsqueda poética del erotismo. Cada uno de ellos ha sido premiado en diferentes continentes y varias veces traducido. El autor cultiva el placer de contar historias, de viajar para hacerlo, y de seguir escuchando. Se ha vuelto un lector y conferencista nómada. De su vida universitaria en París, donde fue alumno de Roland Barthes y de Gilles Deleuze, conserva el inmenso placer de tratar de comprender y la práctica gozosa del ensayo. Fue colaborador cercano de Octavio Paz. Cree en la edición como una pasión compartida, alrededor de la multipremiada revista Artes de México que resucitó y dirige desde 1988. Oficio que fue premiado en 2006 por la industria editorial de su país con la más alta distinción que se otorga a la carrera de un editor: El Premio Juan Pablos. Entre otros reconocimientos a su obra literaria fue nombrado Oficial de la Orden de las Artes y de las Letras por el gobierno de Francia. Y el de Kentucky lo hizo Capitán Honorario del barco de vapor más antiguo del río Mississippi, La Belle de Louisville. Algo más sobre sus otros libros en http://www.albertoruysanchez.com

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